Artículo del Secretario General del PSOE de la provincia de Cáceres, Miguel Á. Morales.
Cada vez que nos enfrentamos a una cita electoral, debatimos modelos de sociedad, de cómo garantizar oportunidades, de aumentar la calidad de los servicios públicos, de fiscalidad, infraestructuras y derechos. Cuestiones esenciales para labrar el futuro que nuestra sociedad demanda y merece.
Quiero expresar desde esta tribuna, mi satisfacción por lo que estoy viendo en cada municipio, en cada acto, en cada encuentro con militantes que dan lo mejor de sí mismos para ser una alternativa convincente en sus pueblos.
Las socialistas y los socialistas sabemos lo que nos estamos jugando. Extremadura no es una ocurrencia, la provincia de Cáceres no es un cuadrilátero en el que dirimir mezquindades internas. Nuestra tierra no es una excusa para trepar y obtener poder por el poder mismo.
“Ser socialista es pensar más en los demás que en uno mismo», dijo José Luis Rodríguez Zapatero.
Por ello, porque el PSOE al completo sabe y entiende que Extremadura nos exige grandeza y compromiso, llenamos las plazas, los palacios de congreso, las casas de cultura. Porque tenemos mucho que decir y mucho para proponer en el cambio que estamos protagonizando.
Cambios definitivos para garantizar la igualdad de oportunidades en una provincia que crece y transforma su modelo productivo para generar empleo estable y asegurar que las y los jóvenes puedan optar por hacer su vida aquí.
“Ser socialista es pensar más en los demás que en uno mismo», dijo José Luis Rodríguez Zapatero. Y ese pensar por los demás implica trabajar, como lo hicimos, para hacer realidad proyectos que los cenizos de siempre negaban.
Realidades como la Gigafactoría de Navalmoral de la Mata, la fábrica de almendras en Miajadas, la fábrica de diamantes sintético en Trujillo o el Centro Ibérico de Investigación en el Almacenamiento de la Energía, en Cáceres. Realidades que significan más y más empleo. Empleo de calidad.
Realidades como el primer trasplante de pulmón con cirugía robótica, que se fraguó aquí, en Extremadura y llega para cambiar la historia de este tipo de intervenciones. Pequeños ejemplos que hacen de nuestro compromiso con esta tierra y su gente, la grandeza que necesitamos para dar lo mejor de nosotros para el bien de los demás. Eso es el Socialismo.
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